¿Hasta cuando?

En Valencia no aprenden. Eso es lo conclusión que extraigo después de dos años en los que han pasado con más penas que glorias en el panorama futbolístico español y ya no digo nada del europeo. Parecen un parchís, de problema en problema, y tiro porque me toca. La última, de Banega (otra vez).

Todo empezó hace 2 años, cuando Carboni (que un año antes, cuando estaba en activo, no contó para Quique), se hizo con el puesto de Director Deportivo del Valencia. Al parecer, el italiano no le traía lo que Quique le pedía. El entrenador lo explicó muy bien al decir "…pido una mesa y me traen una lámpara…”.

La relación cada vez se fue haciendo más y más tensa, hasta que al concluir la temporada, Quique dio un ultimátum a Soler, para que eligiera entre el italiano y él. Soler apostó por Flores, y echó a Carboni, trayendo a Miguel Ángel Ruiz. Todo parecía que se había calmado y que el río volvía a su cauce. Pero sólo lo parecía…

A medida que avanzaba la Liga, la afición pitaba y pitaba al técnico madrileño. Al aficionado ché no le gustaba el juego que su equipo desplegaba, no le gustaba que el equipo perdiera partidos –a pesar de seguir en puestos Champions-… y en resumidas, no le gustaba que fuera Quique el entrenador del Valencia. A todas estas, aparecía por ahí de fondo Carboni, diciendo que esta situación demostraba que él no era el culpable. Mientras, los pitos seguían…

Poco después, tras una derrota aplastante contra el Sevilla, la directiva se reunía y cesaba al técnico y semanas después el Valencia llega a un acuerdo con Koeman, un entrenador que venía de triunfar en Holanda con el PSV. Otra oportunidad para que la guerra acabara…

Pero nada, el Valencia erre que erre, y a modo de mascletá iban saliendo problemas. Al mes de llegar al cargo, Koeman – apoyado por Soler – toma la decisión de apartar del equipo a Albelda, Cañizares y Angulo. Además ficha al argentino Banega, y a Maduro. El primero de ellos viene envuelto en polémica por un video en el que enseña más de la cuenta. Poco después llegaba la noticia de que Manuel Fernandes, el mediático fichaje de Ruiz, pasó una noche en los calabozos después de protagonizar unos graves altercados en una discoteca y a continuación, Albelda denunciaba al club por mobbing, y lo llevaba a juicio tras no llegar a un acuerdo económico.

Pero claro, una buena mascletá tiene que ser larga, rítmica y sonora, y como veían que esto era poco y que no hacía mucho ruido, pues Banega ahora aparece con un positivo, pero no de esos del colegio, no. Un positivo en alcoholemia. Aun falta el petardazo final… ¿Qué pasará?